Semana Santa

El Cristo del Escucha ruega por nosotros en la madrugada almeriense

Cristo del Escucha.

Madrugada del Viernes Santo, cuando el reloj de la torre- campanario rehabilitada, junto a la efigie sagrada del Beato Mártir Obispo de Almería Diego Ventaja Milán, en la deslumbrante Santa y Apostólica Iglesia Catedral Fortaleza de Nuestra Señora de la Encarnación, marcó las cinco en punto de la madrugada, las cinco en punto, silencio sepulcral en la multitud de gentes que confluyeron en la plaza de la Catedral y calles Eduardo Pérez, Cervantes y López de Vega para contemplar con pasión piadosa, la primera de las Estaciones del Vía Crucis penitencial de la espectacular talla de 1941 del Santísimo Cristo del Escucha, obra del polifacético indaliano Jesús Pérez de Perceval y del Moral, portado a hombros con solemnidad cofrade por enlutados hermanos de esta hermandad capitular.

Vía Crucis que estuvo bajo la dirección pastoral del Deán y Magistral del cabildo de canónigos, Rvdo. Juan José Martín Campos, revestido de capitular, impulsó la mayordomía junto con la Junta de Gobierno de la Hermandad del Santo Cristo del Escucha con su hermano mayor, Ignacio Salas García, el cortejo penitencial por el itinerario previsto, tan solo roto el recogimiento del silencio por los cánticos religiosos propios de la Semana Santa y las lecturas y meditaciones de las Estaciones.

Destacar que entre las miles de personas, muchas de ellas iban descalzas, a pesar de un pavimento muy gélido, y la presencia de muchos jóvenes pertenecientes a las feligresías de las parroquias diocesanas y a las hermandades y cofradías. Hacía años, que el Vía Crucis no congregaba tan elevado número de fieles y devotos en este acto penitencial, especialmente, al coincidir este año 2024 con el 500 aniversario de la construcción de la Catedral y ser declarado por la Sede Apostólica, Año Jubilar, lo que conlleva el poder alcanzar la indulgencia plenaria, en este caso, todo el cortejo procesional al peregrinar juntos con espíritu de sinodalidad a la Catedral, participando en la celebración sacramental de la Eucaristía, dando limosna a los más necesitados y orando por las intenciones del Papa Francisco y la recitación del Credo niceno-constantinopolitano.

Un Vía Crucis diversificado en intervenciones en las reflexiones pasionistas del movimientos y asociaciones el tejido asociativo diocesano: Magdalena Cantero Sosa, presidenta de la Asociación Contra el Cáncer en Almería, versó sobre los que sufren y están enfermos de cáncer; las hermanas de las Siervas de María dirigieron sus palabras a estar unidos a la Cruz y rezar por quienes mantienen la fe viva de la Redención; la patronal Hermandad de la Virgen del Mar Coronada, expuso a los fieles el papel importante de las mujeres en la Iglesia y en el mundo, siendo mujeres fieles en el seguimiento de Jesús; las gentes de la mar venidos de las barrios marinos de la ciudad, nos hicieron participes de la importancia de la mar en la obtención de alimentos, medicinas, recursos minerales y energéticos; Juan Rafael Aguilera Martínez exhortó en su reflexión sobre el papel de los medios de comunicación en divulgar por prensa escrita, radio y televisión, y redes sociales, el Evangelio y las enseñanzas de nuestra amada Iglesia Católica; también se meditó desde la entidad Onda Cero, sobre el papel fundamental de los cargos electos en el ámbito de la gobernanza y la gestión pública, que siempre esté orientada en la escucha permanente al bien común de la ciudadanía.

Siguiendo las Estaciones, Juan José Muñoz del Pozo exhortó sobre estar aferrados siempre a la Cruz, en todos los momentos, sean de fortaleza o debilidad, por ser la única garantía para la plenitud de la vida; las religiosas Amor de Dios enfocaron su consideración en la importancia que la vida religiosa en la Iglesia y la sociedad actual, siendo la vida religiosa la evidencia en la donación integral de sí a Dios, de servicio total a Él y a las personas, al prójimo; Juan José Segura en representación del Ayuntamiento de Almería, nos indicó como el agua es fuente de vida, y para los cristianos, el agua es un importante tema ecológico y también un símbolo espiritual, porque el agua es más que un recurso natural entre otros: evoca al mismo Cristo que se refiere a sí mismo como el ‘agua viva’ y evoca formas de vida nueva, como en el sacramento del Bautismo.

La entidad Manos Unidas en su XII Estación, nos hizo vibrar con el papel que realizan inspirado en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia, promoviendo acciones contra el hambre y la pobreza para hacer un mundo más justo y humano. La palabra de la Hermandad del Santo Cristo del Escucha estuvo enfocada a los sacerdotes, hago referencia a las palabras del Obispo de Almería, Monseñor Antonio Gómez Cantero durante el epílogo del sermón de la Misa Crismal : A raíz de lo que os he comentado, quiero terminar con unas palabras de Benedicto XVI a los sacerdotes: «Cristo, que es el Camino, la Verdad y la Vida, ha de ser el tema de nuestro pensar, el argumento de nuestro hablar, el motivo de nuestro vivir. No antepongáis nada al amor de Cristo. Dios es la única riqueza que los hombres desean encontrar en nosotros los sacerdotes«. Tomaron la palabra la Hermandad del Resucitado, quienes expusieron en su madurez cofrade el valor de la Iglesia diocesana como una gran familia contigo, única forma de lograr una parroquia activa y viva, comprometida, apasionada por Jesucristo, que responda a la llamada de Dios. Juntos somos Iglesia Diocesana, poniendo todo lo que somos al servicio de los otros y colaborando juntos llevamos a cabo la labor de la Iglesia que es la entrega a los demás.

Decima Estación, Jesús es despojado de sus vestiduras, llevada a cabo en la Iglesia parroquial de Santiago Apóstol, recibido el cortejo penitencial con el Santo Cristo del Escucha por el párroco y canónigo archivero Rvdo. Francisco Escámez Mañas, y la devota imagen de la Virgen de los Dolores, La Soledad, entronizada en su paso, y acompañada por la feligresía y cofrades de la hermandad sacramental y penitencial cofradía de la Soledad, pronunciando la reflexión el distinguido cofrade Eduardo Blanes Arrufat, que versó sobre el papel que desempeño maternalmente la Madre de Dios durante la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Ella presiente en el silencio de su corazón, que su hijo Jesús “Es el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí”.

El prefecto de pastoral de nuestra Catedral, Martín Campos, que intervino en varias reflexiones, especialmente, en la asunción del oficio eclesiástico de Consiliario de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la capital almeriense, dejó esta meditación : “Que el Señor resucitado haga resonar él mismo en nuestros corazones en esta Pascua algún de sus divinos “Yo Soy” que hemos meditado en esta Cuaresma y de manera especial aquel que proclama su victoria pascual: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre» (Jn 11, 23-26). También, el Rvdo. Martín Campos, pidió a Dios, que desde la realidad sepamos acompañar y comprometernos con nuestros hermanos migrantes, en su difícil camino en busca de una vida mejor; que siendo fieles al Señor, podamos servir a nuestros hermanos más pobres y excluidos, así como, por todos los sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, monjes y monjas, miembros de sociedades de vida apostólica, viudas consagradas, es decir, todos aquellos hombres y mujeres que han elegido ofrecer su vida al Señor y que necesitan como laicos nuestras oraciones.

La noche se hizo día, la Luna se abajó y dio paso al Sol saliente entre los rayos iluminadores de las abovedadas palmeras de la plaza de la Catedral, y el Santo Cristo del Escucha, en una madrugada espiritual sin igual, tras recorrer la vía sacra de nuestro casco histórico, se recogió en el templo catedralicio tras dos horas y media de penitencia, después de haber atendido a las miles de oraciones y peticiones de sus fieles y devotos durante el de Vía Crucis, y poder pasar delante de Él los asistentes y llegados a la oración y rezos ante el Monumento, a besar con unción la imagen sagrada del “Señor de Almería”, la cual fue colocada en el presbiterio, tras ser bajada del paso por la destreza amorosa de los hermanos y hermanas cofrades de la Hermandad que tanto bien hacen a la comunidad diocesana, dándose por finalizado el acto penitencial de este Año Jubilar del Viernes Santo.

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