Semana Santa 2024

Vélez Rubio vibra con el Jueves Santo

La Virgen de los Dolores saliendo de la iglesia de Vélez-Rubio.

La Virgen de los Dolores saliendo de la iglesia de Vélez-Rubio. / Lázaro Martínez

Después de la tempestad llega la calma. Vélez Rubio ha vivido un Jueves Santo como los de siempre con sus hermandades y cientos de vecinos llenan las calles y los bares, esperando que salgan esclavos y cafés, tras el temporal de viento de los días anteriores. 

Tanto la plaza de la Encarnación como el interior del templo parroquial es un ir y venir de nazarenos preparándose para la salida procesional. La primera en cruzar bajo el dintel de la iglesia es la Venerable y Sacramental Hermandad de Nuestro Padre Jesús que pone en la calle tres pasos, la Oración en el Huerto, Jesús Cautivo y la Virgen de la Amargura junto a San Juan. A las ocho en punto, la cruz de guía salía haciendo el largo paseíllo de la plaza que la lleva a perderse por la calle Silvestre Sánchez seguida por un primer tramo de niños acompañados por la banda pequeña de la Hermandad. Tras el paso de la Oración el Huerto un nutrido grupo de nazarenos y una decena de soldados romanos escoltan al nazareno cautivo por unas calles llenas de vecinos y foráneos que no quieren perder detalle. El protagonista absoluto es el Cautivo, portado a hombros por 60 anderos dirigidos por Jesús y Fernando Poveda llevan hasta el pretorio al Hijo de Dios. Delante de Jesús, varias decenas de nazarenos con la cruz a cuestas hacen promesa. Esta primera procesión de la noche la cierran un centenar de mujeres con teja y mantilla que acompañan a la Virgen de la Amargura, acompañada por los sones de la Agrupación Musical de Serón. 

Levantá del Nazareno. Levantá del Nazareno.

Levantá del Nazareno. / Lázaro Martínez

Cuando aún resuenan en la plaza las notas musicales de los esclavos perdiéndose en las por las calles velezanas resuenan los tambores y cornetas de la banda de la Tradicional Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores.

La noche no es muy fría y apostados en las vallas o en los bares de la plaza los vecinos y foráneos esperan pacientes que salga la Señora velezana. Dos son los tronos con los que procesionan los cafés, Nuestro Padre Jesús de la Amargura y la Virgen de los Dolores. Se repite el cortejo, primero los niños y tras estos un primer tramo de nazarenos de túnica blanca y capa azul sigue el Señor de la Amargura, llevado por veintiocho mujeres que se convierten en los pies de Jesús. Tras la Banda de Cornetas y Tambores de la Virgen de los Dolores los nazarenos cambian el color de sus capas por el negro. La procesión la cierra el paso de palio de la Virgen de los Dolores llevada por una treintena de costaleros. Este año la dolorosa viste una nueva saya, estrenada en viernes de Dolores, obra del bordador granadino José Manuel Martínez. En ella, el autor ha bordado en hilos de oro, plata y seda sobre un soporte de tisú elementos rococós inspirados en la iglesia de la Encarnación.

Al llegar a la Carrera del Mercao, a la altura de la iglesia de San José, Esther Olivares y Fuensanta López, Hermanas Mayores de las Hermandades de Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores han abandonado sus cortejos entregar sendos ramos de flores a la Hermandad de la Sangre y Vera Cruz que celebra solemne velatorio con la imagen de Jesús yacente. 

Al llegar al templo parroquial, las cuadrillas de costaleros de Jesús de la Amargura y la Virgen de los Dolores se han intercambiado para entrar al templo parroquial. 

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