Semana Santa

El frotar (la cera de Semana Santa) se va a acabar

Bola hecha con la cera una vela de Semana Santa.

Bola hecha con la cera una vela de Semana Santa. / Javier Alonso

Entre los muchos sonidos característicos que tiene la Semana Santa, uno, el menos sagrado, es el que producen los zapatos o tenis de los ciudadanos que sisean cuando pisan costras de cera incrustradas en las losas o en el asfalto. Por supuesto, los neumáticos de los coches también pasan por las vías donde horas antes habían nazarenos y no se libran de pasar sobre las gotas que han soltado los cirios de la hermandad que procesionó la noche anterior.

Este año menos por culpa de las lluvias de los primeros días y de los vientos huracanados de los últimos, pero en condiciones normales son varios cientos de litros de cera los que caen sobre las calzadas y las diferentes calles de la ciudad de Almería. Sólo hace falta ver los guantes de cada uno de los portadores de los cirios, con churretones enormes de cera colgando de la zona de los dedos o del punto de apoyo de la vela, para darse cuenta del volumen de gotas que pueden caer a lo largo de una Semana Santa al suelo. De hecho, antiguamente había por lo menos un mes de resaca en el que se escuchaba el siseo de las calles, hasta que desaparecía para celebrar las Cruces de Mayo, otro evento carismático de las cofradías.

En los últimos años, los distintos ayuntamientos se han tomado en serio este problema, puesto que más de un resbalón de algún peatón o deslizamiento de las ruedas de un vehículo se han producido. Así, una vez que las cofradías se encierran en su templo, otra hermandad se pone a trabajar, la de los operarios de limpieza. Atrás quedaron los baldeos de agua sin ton ni son, que encima enfriaban la cera y la dejaban más dura aún. Hoy por hoy, las empresas han buscado soluciones que permitan tener limpiadores específicos de cera procedente de los cirios y los velones de Semana Santa, para arrancarla con facilidad de aceras, calles peatonales, carreteras y pavimentos.

Un operario municipal limpia la calle Las Tiendas de cera. Un operario municipal limpia la calle Las Tiendas de cera.

Un operario municipal limpia la calle Las Tiendas de cera.

Una vez aplicado sobre la superficie manchada, gracias a un cañón de agua consigue saltar y dejar la calle lista. Una solución innovadora, que tiene tiene su evolución en los novedosos tratamientos antiadherentes para que la cera no llegue ni a incrustrarse.

Gracias a todo este tipo de productos, el frotar de la cera se va a acabar. La Semana Santa es tradición y sin los cirios y las bolas de cera que hacen los niños, no sería tan grande y bella.

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