La temporada 2023-2024 será para olvidar en todos los sentidos en clave UD Almería. Uno de los peores años de su historia reciente, en el que consumará su tercer descenso a Segunda División -primero de la era Turki Al-Sheikh-, y que debería servir a la directiva para apuntar errores con la intención de no volver a tropezar dos veces la misma piedra. El equipo dará con sus huesos en la categoría de plata pese a haber acometido el pasado verano la segunda mayor inversión de todos los equipos de Primera, destinando alrededor de 52 millones de euros a fichajes, cifra únicamente superada por el Real Madrid, que ya acaricia el título liguero. 

La ayuda que la LFP concede a los clubes descendidos (podría rondar los 15 millones) servirá para paliar en buena medida los desajustes que se producirán a nivel financiero en un presupuesto que tendrá que verse reducido drásticamente desde los cerca de 90 millones actuales a alrededor de los 43 del último ejercicio en Segunda. En ese capítulo también ayudará la reducción salarial reflejada en los contratos de todos los futbolistas, si bien el objetivo del club es recuperar en gran medida el dinero gastado vía traspasos (derechos de televisión, patrocinios, venta de entradas y camisetas también disminuirán mucho), aprovechando que pese a la mala campaña a nivel colectivo hay muchas piezas codiciadas en el mercado a nivel individual.

Nombres como Luis Maximiano, César Montes, Dion Lopy, Lucas Robertone o Largie Ramazani tienen todas las papeletas para ser transferidos, unos porque han agotado su etapa como rojiblancos y otros porque empiezan a llegar ofrecimientos a la dirección deportiva encabezada por Mohamed El Assy con el asesoramiento de Joao Gonçalves. A ellos podrían sumarse otros como Marc Pubill, Sergio Arribas o Luis Suárez, si bien en sus casos la entidad intentará hacer un esfuerzo para retenerlos como base para acometer un ascenso relámpago. 

Pubill es de los jugadores más cotizados del actual plantel rojiblanco

Según reportó la Lazio el precio abonado por Maximiano fue de 8'11 millones de euros, mientras que el Espanyol sacó 14 millones por Montes (la UDA siempre ha defendido que pagó 10'5 y el resto son variables solo computables en caso de permanencia), al Stade de Reims se le pagaron 6'5 millones por Lopy (había otros 3'5 pactados en conceptos variables), Pubill costó 5 millones procedente del Levante, por Arribas el Real Madrid recibió 6 millones (guardándose el 50% de sus derechos) y para ejecutar la cláusula de compra de Suárez el Olympique de Marsella percibió otros 8 millones. 

Si por algo se ha caracterizado la UDA desde el aterrizaje del capital saudí en la sociedad anónima deportiva ha sido por vender muy bien. Ahí están los ejemplos de Darwin Núñez, Sadiq Umar o El Bilal Touré. El traspaso del ariete uruguayo de Artigas al Benfica primero y su posterior marcha al Liverpool reportaron en su día 34 millones de euros. La venta del atacante nigeriano a la Real Sociedad supuso 20'5 millones, mientras que la más reciente del delantero malí a la Atalanta se tradujo en 28 millones más para un total de 82'5 solo en tres futbolistas. 

Llegar a esas cotas con un descenso por medio obviamente será imposible, pero en la entidad se confía en recuperar la inversión realizada. Montes, que vino sobrepreciado, tiene cartel en su país y la idea es reembolsarse los 14 millones que costó. A Maximiano es factible sacarle entre 15-18 millones, rentabilizando su coste, mientras que por el pack Lopy-Robertone-Ramazani no es descabellado ingresar alrededor de 30 millones de euros. Esas ventas ya cubrirían los 52 invertidos, pero en caso de que alguna no cuajase están los comodines de Pubill, Arribas y Suárez.

Al lateral diestro catalán se le acumulan las novias. En los últimos días han mostrado interés Girona y Betis en la liga española, pero también lo sondean Milan e Inter desde el Calcio. Con 40 millones de cláusula de rescisión y contrato hasta 2029, el club indálico lo habría tasado en 20 millones de euros, conocedor de que es el potencial lateral diestro de la selección española en un futuro cercano. Arribas insinuó su salida públicamente, pero todo indica que, de producirse, sería en forma de cesión, mientras que las lesiones que han lastrado al '9' colombiano podrían facilitar que fuera el jugador franquicia en Segunda. La maquinaria ya está en marcha.