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La Cofradía de la Santa Cena bendice su nueva Cruz de Guía

  • Ha sido realizada por el orfebre sevillano Alejandro Borrero y donada por un grupo de hermanos

El pasado sábado la Hermandad de la Santa Cena escribió otra página en sus efemérides y agrandó aun más si cabe su patrimonio de enseres e insignias. Dicho día, el consiliario de la corporación del Domingo de Ramos, Esteban Belmonte, llevó a cabo en la Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol la Solemne Bendición de la nueva Cruz de Guía que la cofradía estrenará en la próxima Estación de Penitencia del Domingo de Ramos. La misma es una obra del orfebre sevillano Alejandro Borrero Moreno y ha sido donada generosamente por un grupo de hermanos.

Actuó como mantenedor del acto Ginés Valera Escobar, cofrade de la Santa Cena y miembro del Instituto de Estudios Almerienses. Este comenzó introduciendo al presentador de esta insignia que abre los cortejos procesionales de las hermandades, Rafael Úbeda Ramal, también cofrade de la Santa Cena y Presidente Ejecutivo del Grupo Castillo de Tabernas. Tras dar unas pinceladas sobre el currículo profesional del citado presentador, manifestó que durante los últimos quince años "este exitoso hombre de negocios cuelga el traje y la corbata en cuanto se aproxima el Domingo de Ramos para vestir el hábito penitencial, ajustarse el correaje y portar su querida y pesada Cruz de Guía por las vetustas calles del casco histórico, iniciando el cortejo procesional. Sostenía con firmeza la santa Cruz de madera de raíces de sobria hechura y grandes dimensiones, con el escudo de la hermandad tallado en madera y dorado y cuatro potencias, también en madera dorada, colocadas en la intersección del asta y los brazos para componer la Santísima Cruz de Jerusalén, realizadas por el tallista almeriense Juan Criado. La hasta hoy Cruz de Guía podrá ser contemplada ahora en la vitrina de Casa de la Hermandad".

El acto concluyó con un concierto de marchas a cargo de la Banda Municipal de Berja

A continuación Rafael Úbeda relató con emotividad que las seis horas de silencio de la procesión y alzar esa Cruz tras los parones le renuevan espiritualmente cada Semana Santa como cristiano. También comentó que echará de menos los tirones del hábito que su pequeña hija Malena le hacía preocupada por si se encontraba bien y no estaba exhausto por el lastre. O la anécdota que por no encontrarse a tiempo las cinchas, en una ocasión tuvo que acarrear la Cruz a pulso desde el principio, sin apoyo ninguno. Describió la nueva insignia como una Cruz de grandes dimensiones realizada tomando como referencia la planta clásica y las medidas de la Santísima Cruz de Jerusalén de la hermandad sevillana del Silencio, con un total de 250 centímetros de asta y 12 centímetros de grosor. Madera de roble de pino de Flandes barnizado en caoba, con casquillos de alpaca plateada de estilo barroco en los extremos, un INRI que corona el asta y que no se superpone a ésta, unas ráfagas que contienen un símbolo de la comida sacramental como son las espigas de trigo y un medallón en el cruce de ambos listones que hace referencia a la sede canónica de la hermandad, inspirado en el escudo pontificio del Vaticano, incluyendo la tiara, el cordón y las llaves de San Pedro.

El acto concluyó con un concierto a cargo de la Banda Municipal de Música de Berja. La formación que cada Domingo de Ramos acompaña a la Virgen de Fe y Caridad interpretó: Nuestro Padre Jesús de la Santa Cena, dedicada en 1993 al titular cristífero por el maestro almeriense José Berenguel; Virgen de la Paz; Fides et Charitas, de Jacinto Manuel Rojas Guisado, que el pasado año se estrenó en los momentos previos a la salida de la titular mariana; Coronación de la Macarena, María Santísima de Fe y Caridad, también de José Berenguel y Fe y Caridad, de Javier Tapia.

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