Bajo las órdenes del Superintendente de la T.I.A. (una caótica agencia secreta), y la colaboración del Profesor Bacterio y la secretaria Ofelia, Mortadelo y Filemón y los distintos personajes que los rodeaban consiguieron con sus aventuras convertirse probablemente en uno de los cómics con más repercusión en toda España. Francisco Ibáñez fue el historietista que en 1958 creó por primera vez a estos dos míticos protagonistas animados y fue tal la repercusión que muchos dibujantes se han visto influenciados en su obra por su forma de trazar. La joven almeriense Marina Redondo, de 16 años, se ha visto absorbida por este mundo caricaturesco.

La joven explica su influencia a la hora de trazar: "Ibáñez lo considero mi mentor desde el punto de vista artístico. También me gusta mucho Dalí en su forma de expresar el arte. Comencé en 2013 realizando este tipo de personajes, aunque desde pequeña ya dibujaba".

A la hora de inmortalizar cada lámina con sus dibujos "me gusta pintar la época porque así se ve la transformación de los años. Este año he pintado sobre las elecciones. Dependiendo de mi estado de ánimo varío lo que realizo".

Redondo no se cansa de pintar distintas ilustraciones de Mortadelo y Filemón: "Cada vez que veo alguna portada de Ibáñez, descubro algo nuevo. Siempre intento captar su esencia".

La joven artista explica que "a cada dibujo le dedico una hora. En fin de semana es cuando le dedico más tiempo y los realizo más elaborados. Hay veces que estoy hasta las 3-4 de la madrugada porque quiero rematar algunas de las creaciones".

El próximo 12 de febrero, la joven participa en un concurso de creación de videojuegos que convoca la Universidad de Almería donde Marina Redondo está creando las ilustraciones.

La joven apunta que "una artistas conoce sus facultades y sus defectos. Por ahora, ¡me cuesta muchísimo realizar retrato y en un futuro me gustaría hacerlo. Una exposición estaría bien hacerla para que la gente conozca lo que hago".

Redondo dice que cuando va por la calle transforma todo lo que ve en personajes de Ibáñez. También asegura que en un futuro "me gustaría imaginar algo y pintarlo tal cual lo he pensado".

Con un lápiz verde, de marca Faber Castell, con el que empezó, Marina Redondo sigue pintando Mortadelos y Filemones, porque en este momento es su verdadera pasión. Asegura que no prefiere ni a uno ni a otro porque "soy de los dos. Uno es el roto y otro el descosido". Con la ilusión de conocer algún día a su mentor, Francisco Ibáñez, la aprendiz sigue aprendiendo de cada trazo del afamado historietista.