El terremoto mediático sin precedentes que ha generado Microsoft esta semana ya ha entrado a formar parte de la historia de la industria de los videojuegos por su relevancia y calado. Y es que el anuncio de adquisición por 68.700 millones de dólares de Activision Blizzard, una de las mayores empresas de videojuegos del mundo y responsable de conocidos títulos como “Warcraft”, “Call of Duty” o “Candy Crush”, ha provocado un movimiento sin precedentes en el tablero de juego de la industria.
Con esta compra, que se materializará el año que viene tras pasar sus correspondientes trámite jurídicos y burocráticos, el gigante tecnológico propietario de la marca Xbox y sus videoconsolas se convierte en la tercera mayor compañía del sector del videojuego detrás de Tencent y Sony.
Esta adquisición es la mayor en la historia de Microsoft, superando con mucho los algo más de 26.000 millones de dólares que pagó en 2016 para hacerse con LinkedIn y deja casi en anécdota los 7.500 millones de dólares que pagó en 2020 para hacerse con ZeniMax Media, la empresa matriz de Bethesda Softworks, una de las desarrolladoras y editoras de videojuegos privadas más grandes del mundo, y conocida por sagas tan relevantes como Quake, Doom, The Elder Scrolls o Wolfenstein, entre otras muchas.
De esta forma, Microsoft supera de largo con este acuerdo la compra de Zynga por Take-Two por 12.700 millones (11.152 millones de euros), anunciada la semana pasada y que se había convertido en el mayor acuerdo de adquisición en el segmento de los videojuegos.
Para ponerse en antecedentes de la macrooperación que se ha gestado, Activision Blizzard es dueña de la saga de videojuegos más popular en el mercado con permiso de Fifa: ‘Call of Duty’ y cuenta con 10.000 empleados e incluye a estudios como Infinity Ward, Treyarch, Sledgehammer Games, King o Blizzard Entertainment, los creadores de sagas tan míticas para PC como Warcraft, Starcraft y Diablo.
En términos económicos, en 2020 se anotó unos beneficios netos de 2.197 millones (1.929 millones de euros) y una facturación de 8.086 millones de dólares (7.100 millones de euros) siendo Call of Duty Warzone, el shooter multijugador gratuito su mayor éxito comercial de la última década.
“Los videojuegos son el entretenimiento más dinámico en todas las plataformas actualmente y jugarán un papel clave en el desarrollo de plataformas de metaverso”, ha dicho Satya Nadella, CEO de Microsoft. “Estamos invirtiendo mucho en contenido de calidad, en la comunidad y en la nube para alcanzar una nueva era en el gaming que ponga a los jugadores y a los creadores primero” de forma sana e inclusiva.
Por su parte, el CEO de Microsoft Gaming, Phil Spencer, ha apuntado que los “jugadores de todo el mundo aman los juegos de Activision Blizzard. Juntos, crearemos un futuro en el que las personas puedan jugar a los juegos que quieran, virtualmente donde quieran”.
Con esta adquisición, la compañía dueña de Xbox va a contar con 30 estudios internos de desarrollo de videojuegos, todo un torrente de creatividad, calidad, profesionalidad y excelencia con equipos de primer nivel que van a nutrir con títulos Triple A a la joya de la corona: ‘Game Pass’, el servicio de suscripción para acceder a un ingente número de videojuegos.
Como ya sucediese con la compra de Bethesda, todo el catálogo de Activision Blizzard pasará a formar parte del Game Pass y sus próximos lanzamientos estarán desde el día uno para su acceso a través de este servicio que ya ha alcanzado la cifra de 25 millones de suscriptores. Microsoft, con esta jugada, se ha pasado el juego.
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