Como no podía ser de otra manera, Juanma Lillo estaba alegre y había rebajado toda la tensión acumulada en los últimos días. Se sabe vencedor de la primera batalla, pero no quiere bajar los brazos porque la guadaña sigue afilada. "Cualquier victoria siempre te produce una gran satisfacción. No sé en qué situación queda ahora la cosa, pero imagino que si había ultimátum seguirá habiéndolo porque podemos volver a caer", se refirió el preparador rojiblanco a una pregunta que sabía que le iban a hacer.

Pese a que al equipo se le vieron cosas diferentes, Lillo no quiso hablar de los cambios efectuados y prefirió centrarse en el acierto que tuvo el conjunto. "No sé qué cambios ha podido haber, quizás que la hemos metido a la primera. Podría colgarme medallas, pero también podía haber salido todo cruz. Esto es un juego de azar y con el mismo estilo, todo podía haber cambiado".

"La primera jugada que hemos tenido ha acabado en gol y la segunda nos ha caído a nosotros el rechace para hacer el 0-2. Pero podía haber sido al revés, aunque no ha sido así. Con este resultado todo ha sido mucho más fácil porque le hemos pasado a ellos la presión", aseguró un técnico rojiblanco, que alabó el comportamientos de todos sus futbolistas: "Quizás la dedicatoria de Uche es lo que más se ha visto, pero ha habido también cosas invisibles de otros jugadores que me han llegado", finalizó un Juanma Lillo que quiso acordarse también del lesionado Pellerano.