El comisario de Justicia, Didier Reynders, ve aún una "posibilidad" de acuerdo para desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por lo que volverá a reunir el próximo 13 de marzo a los negociadores del PSOE y del PP, el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y el vicesecretario de Acción Institucional del PP, Esteban González Pons, respectivamente.

"Seguimos trabajando, vemos una posibilidad de encontrar vías de solución entre las principales formaciones políticas españolas sobre distintos aspectos de la reforma del mundo judicial", ha dicho Reynders en declaraciones a la prensa en Bruselas, en donde asiste a una reunión de ministros de Justicia de la UE.

El liberal belga ha recalcado que sus servicios "siguen trabajando" en la mediación para intentar un acuerdo "lo antes posible" que permita "estabilizar" la situación, aunque es consciente de que "no es sencillo", después de años con la situación enquistada.

La reunión del próximo miércoles 13 de marzo tendrá lugar en Estrasburgo (Francia), según han informado fuentes comunitarias, debido a razones de agenda ya que coincide con la sesión plenaria del Parlamento Europeo.

Las fuentes consultadas no esperan que el de la semana que viene sea el encuentro definitivo pero sí consideran que será el momento de ver con claridad si hay avances significativos o la mediación no funciona.

Será la tercera ocasión en que Reynders recibe a Bolaños y González Pons desde que a finales de enero aceptó la petición de las partes de ser "mediador" y el comisario ha "agradecido" a las partes su implicación en las conversaciones.

Tras la segunda reunión el pasado 19 de febrero, quedó patente que el PSOE y el PP siguen sin resolver las diferencias respecto a los tiempos de la reforma del modelo de elección de los jueces que el Gobierno quiere dejar para después de la renovación urgente pero que el PP quiere cerrar en un proceso paralelo.

Reynders describió entonces el encuentro como "cordial" en un comunicado muy breve que apenas indicaba que el diálogo estructurado continuaría, sin referirse a si habían logrado avances concretos. Pons dijo entonces que se avanzaba "muy lentamente", mientras que Bolaños puso en valor que los contactos seguirían y consideró suficiente el plazo de dos meses dado por Bruselas para llegar a un acuerdo y que acabará a finales de mes.

Preguntado por lo alejadas de las posiciones, Reynders ha insistido en que no es una labor sencilla pero también ha defendido que intenta acercar las dos posiciones hacia un "punto en común" y que ve voluntad de progresar.

Además, los servicios comunitarios no ven el plazo de dos meses inamovible y asumen que la mediación podría continuar más allá si se vieran progresos determinantes hacia una solución definitiva.