Univ. de Almería

Investigan el beneficio del mindfulness y el deporte en reclusos

  • Docentes de la Universidad de Almería han probado con los internos de la cárcel con trastorno mental un método para su inclusión social y mejora del respeto, el estrés y la depresión

  • Ahora analizan los datos

Los presos que han participado en el proyecto saludan a sus profesores con el grito de guerra adoptado en las actividades: "¡Acebuche, libertad!".

Los presos que han participado en el proyecto saludan a sus profesores con el grito de guerra adoptado en las actividades: "¡Acebuche, libertad!". / Fotos: Javier Alonso

Un grupo de presos con trastorno mental que cumplen condena en la Prisión Provincial El Acebuche de Almería han participado en un proyecto de investigación pilotado por la Universidad de Almería y con la estrecha colaboración del personal de la cárcel, en el que los expertos han intentado demostrar, después de dos años de terapias, los beneficios que reporta a este colectivo el deporte y las sesiones de Mindfulness.

Después de dos años de trabajo y de recogida de datos, los responsables del Grupo de Investigación Hum-760 de la Universidad de Almería (Ana M. Romera, Israel Mañas, José Gallego, Noelia Navarro, Juan Martínez y Adolfo J. Cangas) se encuentran ahora en la fase de estudio de los resultados obtenidos. Unas conclusiones que, a priori, revelan cambios muy positivos tanto en la adherencia a los tratamientos que le habían prescrito los facultativos médicos, como en la reducción de la conflictividad, en la mejora de la autoestima, en el respeto hacia el resto de internos de la prisión y personal del centro, en la interrelación y resocialización. El beneficio es tal que, según avanzó a Diario de Almería el propio director de la Prisión Provincial El Acebuche, Miguel Ángel de la Cruz, "podemos decir que actualmente la conflictividad entre el colectivo es prácticamente nula, a la vez que hemos notado más implicación de los internos".

Según los investigadores, "los resultados muestra una reducción significativa en los niveles de estrés y depresión en el grupo de intervenciones mindfulness, aportando datos favorecedores sobre la capacidad de esta actividad en contextos penitenciarios. De igual manera, la evidencia demuestra que el deporte y la actividad física puede mejorar el estado anímico, siendo un buen protector contra el estrés y la depresión".

Recientes estudios demuestran en la población en general una relación inversa entre mindfulness y sintomatología de ansiedad y depresión, así como los beneficios de la actividad física sobre los mismos. Se trata de relaciones que específicamente aún no han sido estudiadas en la población clínica que está interna en una prisión, donde los síntomas de ansiedad, depresión y conductas impulsivas tienen una alta incidencia. Así, el Grupo de Investigación Hum-760 de la UAL han evaluado en su proyecto los beneficios de un protocolo basado en Mindfulness con elementos de Terapia de Aceptación y Compromiso, en comparación con un programa de Deporte Adaptado. Este ha sido el objeto del estudio, dentro además de las distintas terapias que además se llevan a cabo dentro del Programa Marco para la Atención Integral a Enfermos Mentales que se lleva a cabo en los Centros Penitenciarios (PAIEM).

En total han sido 22 los internos de la prisión El Acebuche con diagnóstico clínico los que han servido de muestra para la investigación, y que se han dividido en dos grupos con un diseño pre-post-seguimiento. El 63,64% de los presos padecían Esquizofrenia, el 18,18% trastornos afectivos y el 18,18% trastornos de personalidad. Asimismo, el 45,5% consumía de forma habitual o esporádica diversas sustancias, siendo la más habitual el hachís con un 41,17%, seguido de la cocaína con un 29,41%. El rango de edad de los participantes abarca desde los 23 hasta los 58 años. Todos los pacientes son varones y la mayoría de ellos cumple condena por delitos de violencia en el ámbito familiar, aunque hay también quien está condenado por robos con fuerza o incluso violencia de género.

Los investigadores José Gallego y Adolfo Cangas, entrevistados por Diario de Almería en el inicio de este proyecto de investigación, indicaron que "la idea era comprobar la efectividad de las dos actividades que son complementarias y que han demostrado que ayudan a estos internos a saber cómo controlar sus impulsos, así como también a interactuar con su entorno social, reducir el consumo de tabaco, ganar confianza en sí mismos, aprender el respeto y trabajar en equipo, entre otros logros".

Además de los reclusos, en la investigación han participado también alumnos de la Universidad de Almería de los grados de Psicología y Educación Primaria, así como del máster.

El profesor José Gallego ha llevado a cabo un programa de deporte inclusivo pensado para los reclusos con la meta puesta en lograr que adquiriesen hábitos de realizar actividad física dentro de la prisión a diario. El profesor y los alumnos de la UAL se desplazaban hasta El Acebuche para llevar a cabo la actividad, y una vez al mes los internos salía de la cárcel para visitar las instalaciones universitarias y practicar diversos deportes (fútbol, baloncesto, voleibol...) con los estudiantes y usuarios de Salud Mental de la Fundación Pública Andaluza para la Integración de Personas con Enfermedad Mental (FAISEM). Es lo que el subdirector médico, Juan Martínez, denomina las salidas terapéuticas que se organizan de forma habitual.

El programa se completó con una intervención de Mindfulness (clases de meditación y psicología) impartidas por el profesor Israel Mañas, orientadas a reducir el impacto de pensamientos o emociones adversas en los internos. A partir de la práctica de estas técnicas de meditación se ensañaba a los presos a responder de una forma más eficaz a las emociones angustiantes que le llevan a ser agresivos, impulsivos... Cabe destacar que a esta actividad únicamente se sometió la mitad del grupo de reclusos, con el objetivo de comparar los cambios conseguidos en unos y otros y ver los beneficios que reporta el Mindfulness a este colectivo de personas que padecen enfermedad mental.

Una vez concluida la investigación el personal de El Acebuche continúa con este tipo de terapias a las que se han sumado otras como las clases para trabajar la salud desde la alimentación y otros hábitos cotidianos.

Para los estudiantes de la Universidad de Almería que han participado en el proyecto la experiencia también ha sido muy satisfactoria. Los propios docentes destacan que sus alumnos "también han aprendido a convivir con personas que padecen enfermedades mentales, han conocido un entorno como la cárcel que a priori es bastante desconocido para la sociedad y, sobre todo, han comprobado la cantidad de estereotipos que hay hacia los presos".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios